jueves, 1 de julio de 2010

Amores, varios

Las musas que el sol se lleva,
cuando la luna se está azomando,
podrán acaso en teoremas
¿empezar a formar sumandos?
O potencias de a dos siquiera
para no morir de aburrimiento
viendo como se hace vieja,
la única mujer que tengo.

Es que siempre ha sido mi anhelo
tener más de una en mis brazos,
apretarlas contra mi pecho
y darles un par de nalgasos
si es que acaso desobedecen
la ley del talión que os traigo:
cuerpos para mequetrefes,
corazones para lacayos.

Piensénlo un poco monógamos
y verán que estoy en lo cierto
el amor es cantidad de órganos
femeninos de tu conocimiento.
Ahora me pregunto por ellas,
si al igual que yo, desean cambiar
si quieren rifar con las estrellas,
por nuevos labios para besar.

Pdt. La noche ataca con perversión nuestros sentimientos, pero no hay que preocuparse por eso. Hay que dejarse llevar y amanecer con el corazón limpio, para amar.

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