jueves, 19 de agosto de 2010

Capítulo 3: Aquel arcoiris

Aquel arcoiris

Ya está decidido. Yo no lo podría explicar mejor, así que se le encomendará esta tercera parte a Toñito, nuestro entrañable protagonista, que por estos días no tiene nada mejor que hacer. Él tiene un estilo un poco más romántico, le sugerí que lo dejará de lado un poco, que a la gente le gusta la cochinada, ojalá me haga caso. Pero en fin, veremos pes...de lo que este calichín es capaz.


¿Que es esto? una historia

nada más lejos de la verdad.

Esto es una paranoia

con serias crisis de identidad.

Debido a las ocurrencias

de un escritor de mentiras

pues de los secretos develados

difícilmente uno se fía;

pero ya se comenzó el trabajo,

ahora que hay que terminarlo

como buen producto peruano

bueno, bonito y barato.


Esta etapa se llamará

tiempo de adaptación,

al igual que se adapta el mar

a no morir de insolación.

Sucede que Susi y yo comenzamos

a vernos con devoción

con la cautela del que ha robado

de los amantes, su pasión.

Yo la silbaba y ella decía

cinco minutos, tal vez dos

espérame en la esquina

que no nos vea ese señor.


Cómo cantaban los grillos

cómo entonaban nuestra canción

cantada de oído a oído

con un abrazo como telón,

quizás por eso entendías

mi propio lenguaje de amor

ese de rimas y caricias

juegos, encanto y dolor.


Y aunque todo fue tan repentino,

como decir que no nos gustó

conocer el cielo, ese limbo

en el garaje de mi portón.

Sentir que el resultado,

de uno mas uno no es dos,

sino es de uno elevado

a la potencia del corazón.



Como olvidar ese día

caminando por la playa

yo faltando a filosofía

tu la pera te tirabas.

Con algo de ropa menos

pero el alma bien abrigada,

hicimos un juramento

ante el sol y aguas saladas:

"Las dudas te arrancaré

diciendo, para ser mía,

que yo siempre te querré

más que a mi propia vida".


También tuvo su lugar

un discurso en un parque,

sabiendo que me iba a mudar

de ti lejos, es cualquier parte:

Me llamo Antonio Polanco

y me dicen Toño de cariño,

mi mamá me dará un hermano

por él dejaré a mis amigos.

No tengo mucho dinero

y este lompa me queda chico,

tomo debes en cuando

y sueño con hacerme rico.

Aún no he logrado nada

pero si así lo quiere el destino,

yo lo esperaré con ansias

con Susan, tu eres mi camino.



Ya es momento de decir

que no todo fue color rosa,

como si un beso pedir,

acaso no fuera pedir limosna.

No nos llevabamos bien

pero eramos muy unidos,

no nos conocíamos bien

y discutíamos seguido.

Ni en la fecha de aniversario

nos pudimos poner de acuerdo

ella fingía olvidarse,

y yo intentaba no hacerlo.



Cuatro meses después

decidimos pactar un día

y comenzar otra ves,

poner los meses en fila.

El elegido fué el díez

sinónimo de alegría,

de la camiseta de Andrés

Iniesta y su bulería.

Desde aquel día nupcial

ese fue nuestro aniversario,

diez es la base décimal

diez son los dedos de las manos.



Un mes después y contando

llegó la primera celebración:

los dos sin un sólo centavo

nos bastábamos con amor.

Eran las seis y cuarenta

jamás lo podré olvidar

ahí donde se esconden estrellas

un arcoiris fue a parar.

Qué pudo esa magia significar

que nuestros lazos serían eternos

o fue un duende que quizo pintar

en ese paisaje, sus miedos.

Nunca lo sabré pero presiento

que fué el único y el primero.



Ahora les contaré un secreto

yo llevo una maldición conmigo

la de aquel perro resentido

que muerde sin ningún motivo.

Creo que estaba enamorado

y por eso fue todo el castigo

desde el día en que por enfado

mis labios a otros besaron.


Continuará...

Pdt1. Deseénme suerte en mi primera misión como ciudadano mayor de edad: Encontrar chamba.


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