miércoles, 9 de junio de 2010

Un día más

Hoy fue un día atípico, de esos que empiezan y terminan de la misma forma: Haciendo mucho y pensando poco.

Me acosté temprano, algo muy inusual. Los resultados llevaron formas de pesadillas, sus protagonistas eran amigos ( ya no sé si lo son ) y gente que aprecio mucho; ni que decir de los escenarios, plagados de tantos momentos hasta hoy imperturvables en mi mente. Tengo la impresión de que Morfeo tuvo especial cuidado en mi esta noche, fueron los sueños perfectos para los torturadores : rápidos, consecutivos, titánicos y envenenados hasta el cien.

Tenía unas ganas de quedarme dormido en el carro, hasta el paradero final, pero la pizza que sobró del día anterior pudo más. Así es que fuímos, yo y mi pedazo de pizza derechitos al microondas para que se derrita por segunda ves en vida, su quesito. La pasamos bien junto a la amiga coca cola y con respecto a mi clase de calculo, bueno... no habría aprendido igual nada con el estómago vacío.

Clase de discretas: aburrida, tediosa, difícil. En que momento pasé de entenderlo todo a no entender ¡ un carajo! No sé que haré con el examen del jueves, discretas está imposible, le echaremos tierrita.

Ganas de un almuerzo recontra criollaso y barato, destino el hueco. Papa rellena, lomo saltado y chicha morada ( dos vasos ). Como pocas veces la papa estuvo exquisita, el mozo tuvo tiempo de atenderme y ese lomo parecía hecho con carne decente. Dónde se habrá metido el huevon de Diego, se lo perdió. Pensé llamarlo para ganarle en winning, pero tenía un compromiso que cumplir, allá vamos mami.

Ahí estabas, linda como siempre, más misteriosa que nunca. Noté un poco de lapiz labial y rubor, quiero creer que era para mi, así como el perfume que desprendías pero miento, es el aroma de tu piel. Caminamos, nos actualizamos, reímos, contamos algunas novedades y abrimos la chata. No es nuestra culpa, hay temas que sólo salen a la luz de esa forma. Botella acabada, cigarros consumidos, labial corrido, olores mezclados. Regresamos, no sin antes jugar a que nos encuentren, fue excitante.

Acabó el día como no tenía que acabar, con un nueva promesa y poco que pensar.

¿O habrá sido todo un sueño?

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