domingo, 5 de diciembre de 2010

Amiga

Amiga (¿Te puedo decir amiga verdad?), bienvenida a mi cabeza esta noche. Gracias por pasar a visitar, hace tanto tiempo que no te veía. Creí que te habías olvidado de mí, de mis bromas y de mis manos traviesas. Pero es tan grato tenerte hoy aquí que el mundo se ha reducido a esta habitación, a esta máquina, a este humo, a estos sonidos y a tu presencia. No necesito más para ser feliz, no necesito más que tu recuerdo en esta noche.

Perdón si te he tenido descuidada, la vida que llevo no me permite darte el trato que te mereces. Si amiga, aunque no lo creas te mereces mucho. Fué tanto lo que hiciste por mí, tanto lo que sacrificaste por meterte en mi cabeza, tantas las cosas que pensaste serían eternas y tantas las veces que te pagué mal. A veces creo que era tu deber hacer todas esas cosas que en el fondo formaban una sola, tirarte al fuego conmigo. Arriesgarlo todo cada segundo, como si no hubiera un mañana, como si no hubiera un ayer que no te permita hacerlo. Otras veces (más lúcidas) deseo que no hubieras hecho tanto, es decir me pones en un problema y para no afrontarlo te recuerdo en noches como esta. Y una que otra noche con más alcohol te maldigo por no haber dado un poquito más. En esas noches (si es que en mi mente te encontrabas) estuve equivocado, olvídalas, tu lo diste todo, fuíste como se dice de la cuasiperfección cuando la recuerdas, perfecta.

Mi fiel amiga, no sabes cuánto te extraño. Curiosamente lo que más extraño de ti no es ni lo que hacías por mí ni lo que te obligaba a hacer por mí, es lo que eras. Después de amar, después de descansar, después de volver a amar, después de sudar, ese momento, esos minutos son lo que más me hace falta de ti. Cuando los fantasmas de la pasión se calmaban y sólo quedaba el amor en su forma más liviana (esa que te hace flotar), ese abrazo interminable y esas miradas a la luna llena, eso es lo que más extraño de ti amiga. Déjame decirtelo hoy que estás de visita porque no será tu turno mañana.

¿Entiendes la carga que tengo sobre mí? Entiendela por favor. Quiero recordarte todos los días y traerte a este cuarto, te lo mereces amiga, pero no puedo, carajo no puedo. Hay tantas que se pelean tu lugar amiga, tantas a las que les abrí la puerta, que no puedo tenerte conmigo dos días seguidos. Quizás si me ayudaras, si me llamaras, si recibiera un mensaje tuyo, quizás así si te recuerde hasta tres días seguidos o hasta más, hasta una semana entera. ¿No te gustaría mi amiga? Tu y yo solos, como antes, como siempre debió ser, como nunca debió dejar de ser, sería cuasiperfecto también, porque para que sea perfecto tendrías que estar en tu forma física aquí y ahora, mas no en la etérea.

Pero que sería de mi vida contigo siempre. Me perdería, no sabría que hacer, no tendría porque luchar. Y eso es fundamental para seguir recordándote y trayendote todas las noches a mi alcoba. Mas bien disculpa el humo del cigarro, sé que te molesta pero no me pidas que lo deje, él es parte del ritual que se forma para traerte aquí, es como el taxi que te recoge todas las noches. Disculpa también el desorden, se me ocurrió que vinieras así de la nada, no pude ordenar ni las medias. Me hubiera gustado recibirte con la pulsera que rompiste, o con el collar que yo destruí, o con el collar que perdiste, o con las cartas que se perdieron en el tiempo. Pero como te digo, esto fue improvisado y es mejor que sea así, vuelve tu vista más intensa.

Que ya te tienes que ir, que ya es tarde, que tienes que regresar a tu cuerpo a dormir. No me digas eso amiga, vete sin despedirte, vete sin avisarme. Vete y vuelve en una semana o en un mes o en nuestro aniversario que de seguro recordaré con días de anticipación. Si amiga, aprovecha que estoy distraído escribiendo y sal por la ventana, vuela con el humo del cigarro y piérdete entre las nubes que veíamos tirados en el pasto. Doblate con la lluvia y resiste el frío como resistías mi corazon helado. Llega a salvo a tu destino amiga, duerme algunas horas que mañana no recordarás nada y yo recordaré todo. Y por todo no me refiero a todo, sino a todo el daño que te hize.

Pdt1. Amiga, nos vemos en navidad.
Pdt2. Tranquila amiga, ver no es estar juntos.

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